Fue proverbial el
hambre que pasaron muchos maestros de escuela durante el siglo XIX los cuales
no recibían más sustento que la peregrina voluntad de los padres de sus
alumnos. De esta carestía nació la frase Pasar
más hambre que un maestro de escuela, expresión que hoy en día todavía se
utiliza cuando alguien se refiere a una persona que pasa mucha hambre. Pues
bien, quien mejor la ejemplificó fue el matemático Julio Rey Pastor cuando un
alumno le preguntó que cuál era el principio del término infinito. El profesor,
escuálido como estaba, sin ruborizarse le dijo:
Para mí el infinito empieza a partir de las
mil pesetas.