sábado, 3 de mayo de 2014

LOS PUEBLOS INMUNDOS



En la mayoría de mapas de la Edad Media y el Renacimiento, aparecen dibujados en el ángulo superior del Oriente unos hombres de apariencia salvaje que están encerrados tras unas altas montañas por las que no pueden salir. Se trata de los famosos 22 Pueblos Inmundos de la Tierra. El por qué de estos pueblos se debe a una antigua leyenda atribuida al gran conquistador macedónico Alejandro Magno. Según se cuenta cuando sus tropas estaban avanzando por Asía se encontraron con una serie de tribus de los más abominables los cuales tenían unas costumbres horribles y execrables. Alejandro, viendo el peligro que existía si las ignoraba y pasaba de largo decidió combatirlas y tras una serie de arduas batallas terminó arrinconándolas en los confines de Asia detras una cadena de montañas. Y para asegurar que no se escaparan por el único paso que existía construyó una especie de puerta mágica conocida como La Puerta de Alejandro Magno.

Pero la leyenda dice que al final de los tiempos, en el Apocalipsis, aquellas tribus malditas se escaparan y por la voluntad del Señor se abrirá aquella puerta dejando que se unan a las huestes del Anticristo para acabar con toda la raza humana. Esta narración que apareció en la Antigüedad Tardía pasó con el discurrir de los siglos a convertirse en uno más de los temores medievales y de nuevo la leyenda de los pueblos inmundos surgió con fuerza en la Baja Edad Media, aunque con la variante del antisemitismo, pues aquellas tribus fueron sustituidas por las Diez Tribus de Israel. Es por ello que en la cartografía medieval y renacentista la Puerta de Alejandro pasara a llamarse Iudei Clausi (Los judíos encerrados). Incluso aparecen en mapas del siglo XV y XVI o en prestigiosos mapamundis hechos por Waldseemüller, aquel que puso el nombre a América, o por el gran cartógrafo que acompañó a Cristóbal Colón en su viaje de descubrimiento, Juan de la Cosa.