lunes, 11 de agosto de 2014

EL CAMINO DE HIERRO PAPAL



¿Sabías que la línea de ferrocarril más pequeña del mundo se encuentra en el Estado del Vaticano? Pues, sí, aunque parezca mentira mide en total 900 metros y solamente tiene una estación decorada con bellos mármoles de color rosa, verde y amarillo. Fue un regalo del dictador Benito Mussolini y durante el papado de Pío XI se llegó a un acuerdo con la Republica de Italia por la que se unían las vías de los dos estados y así, de esta manera, poder recibir viajeros y obtener mercancías necesarias. En 1953 ambos países llegaron a otro pacto, siendo este último de lo más curioso: cuando el tren vaticano atraviesa las grandes puertas de bronce que sirven de frontera y entra en el país vecino, la línea de ferrocarril italiana está obligada a dar preferencia a la máquina vaticana, además de tener siempre disponibles vagones especiales para cuando el Papa decide recorrer la península itálica.