miércoles, 13 de agosto de 2014

UN DESEO NO CORRESPONDIDO



Se dice que el escritor y matemático Lewis Carroll envió como regalo a la princesa Alicia, una de las hijas menores de la reina Victoria de Inglaterra, un ejemplar de su famoso libro Alicia en el País de las Maravillas. Después de que ésta se lo leyera le prestó el ejemplar a su madre y tanto le gustó las locas vicisitudes de aquella niña que no dudó en mandar una carta al autor solicitándole que le mandara sus obras completas. Días después la monarca recibió un paquete en palacio pero cuando lo abrió se llevó una sorpresa pues lo que había allí dentro era densos libros de matemáticas, geometría, álgebra e incluso algunos sobre como resolver problemas de ajedrez. Junto a los volúmenes Lewis Carroll, previendo la desilusión que se iba a llevar la reina Victoria, había puesto una nota en la que decía lo siguiente:

Lo siento, Majestad; solo escribo cuentos en mis ratos libres