sábado, 11 de octubre de 2014

LA TORMENTA QUE MALDIJO NAPOLEÓN



El 17 de Junio de 1815, Napoleón estaba preparado para comenzar uno de los grandes enfrentamientos militares de la Historia: La Batalla de Waterloo. Pero por culpa de un fuerte temporal en el que predominaron fuertes lluvias y rachas de viento elevadas, tuvo que esperar al día siguiente para comenzar la lucha, y eso que ya tenía desplegadas a gran parte de sus tropas. Lo curioso del asunto es que este mal tiempo no era algo habitual en aquella época casi veraniega. El causante de esta tormenta hay que buscarlo a muchos miles de kilómetros de distancia, en un sitio en el que el Gran Corso nunca pondría los pies: Indonesia. Según parece en el mes de Abril de aquel año el volcán Tambora, situado en la isla de Sumbawa entró en erupción. La explosión se oyó a más de 2000 kilómetros de distancia arrojando al aire una gran cantidad de material volcánico. Y al igual que el aleteo de una mariposa en Japón puede producir una tormenta en Nueva York, de la misma manera el estallido del volcán Tambora hizo que cambiara el clima en toda Europa bajando la temperatura media de la época en dos o tres grados. Esta contrariedad provocó que Napoleón, que desconocía totalmente la historia del volcán, tuviera que postergar la batalla al día siguiente a la espera de que se secara el suelo, afectando sobremanera a la velocidad de movimiento de su ejército. Situación que aprovecharon, en cambio, los ingleses y prusianos para derrotarle.