El 18 de Abril
de 1756, nada más comenzar la Guerra de los Siete Años, un contingente de
12.000 soldados franceses acabó temporalmente con la ocupación inglesa de la
isla de Menorca. Cuenta la leyenda que el duque de Richelieu, sobrino-nieto del
famoso cardenal, para celebrar la victoria decidió dar un gran banquete,
incluyendo como aderezo principal una crema especial creada por su chef de
campaña. Cuando éste fue a echar mano de los ingredientes se dio cuenta de que
no tenía a mano crema, así que tiró de lo más cercano que había en la despensa:
huevos y aceite de oliva. De esta manera le salio una salsa compacta que acabó convirtiéndose
en la admiración de todos. La llamaron Mahonnaise,
en honor a Mahón. Aunque también existe otra variante de esta leyenda pues se
dice que el mismo Richelieu andando por el puerto tras la victoria se encontró
con una hostería en donde preparaban una salsa local muy rica. Decidió probarla
y como le encantó no dudó en llamarla de la misma manera que la anterior
versión.