miércoles, 7 de enero de 2015

LOS CÓMICOS TAMBIÉN PIERDEN LA PACIENCIA




Donde las dan las toman. Esto es lo que debió de pensar el productor de la Metro-Goldwing-Mayer Irving Thalberg  en una radiante mañana primaveral al ver el estado en que se encontró la sala de espera aneja a su despacho. Parece ser que este hombre tenía la manía de hacer esperar a sus visitar durante largas horas antes de hacerlas pasar a su presencia. Un día los Hermanos Marx acudieron a su despacho y como el productor tardaba tanto en salir pensaron darle una lección que nunca olvidara. Cuando éste salió se los encontró totalmente desnudos y asando unas patatas en la chimenea de la sala de espera. Desde aquel día los Hermanos Marx nunca más tuvieron que esperar su turno.