Una de las pocas
personas que pueden presumir de haber reinado dos veces en España ha sido
Felipe V. La primera vez que fue coronado como rey fue en 1700, y en 1724,
debido a la imposibilidad de poder seguir siéndolo, abdicó en su hijo Luis, que
se convertiría en el primer monarca español en ostentar este nombre: Luis I o
Luis el Bienamado. Pero pocos meses después
éste murió por culpa de una viruela perniciosa. En total reinó 229 días convirtiéndose
de esta manera en el rey más efímero de nuestra historia. Debido a ello, y en contra
de la opinión de su hijo Fernando que virtualmente era el nuevo Príncipe de
Asturias, Felipe V volvió a ponerse la corona real. Desde entonces nadie con
este nombre se ha proclamado rey, y muchos son los que opinan que es debido a
la mala suerte que lleva consigo. Y por cierto, ¿sabías que en España existe
otro nombre de rey maldito? En concreto se trata de Pelayo, el iniciador de la
Reconquista. Según una tradición gótica quien se ponga el nombre del fundador
de un reino no solo traerá la desgracia a sus vasallos sino que también lo
conducirá a la ruina y la extinción. Llama la atención que durante la Edad
Media ningún rey hispánico ha osado ponerse este nombre. Lo mismo ha sucedido
durante las regencias de los Austrias y Borbones.