lunes, 22 de agosto de 2016

LAS BRUJAS DE LA NOCHE



¿Sabías qué durante la Segunda Guerra Mundial aparecieron brujas en los cielos del Frente Oriental? Pues sí, las hubo, aunque muy distintas a las que nos presenta el imaginario popular: ni hacían pociones mágicas, ni encantamientos, y por supuesto no tenían escoba ni gato negro… aunque sí volaban en aviones de combate ruso. Para ser más preciosos militaban en el 588º Regimiento de Bombardeo Nocturno. Se trataba de una unidad de aviadoras rusas conocidas como “Las Brujas de la Noche”, que en el año 1943 paso a rebautizarse como el 46º Regimiento “Taman” de Guardias de Bombardeo Nocturno.

Estaba compuesto por unas 400 mujeres y tenían como única misión hostigar y bombardear en los oscuro de la noche los campamentos alemanes con el fin de interrumpir su descanso y desmoralizarlos psicológicamente. Dos aviadoras (piloto y navegante) solían utilizar el avión más versátil del Ejército Rojo, el Polikarpov Po-2 de la siguiente manera: debido a sus características cuando el aparato se estaba acercando a la base enemiga ponían el motor en ralentí y planeaban en silencio, casi a ras de suelo, hasta arrojar las bombas. Es por eso que los soldados alemanes también las llamaron “Brujas de la Noche” (nachthexen) debido a que el susurro del motor en la noche les recordaba el vuelo de la escoba de una bruja.

Durante toda la guerra efectuaron alrededor de 23.672 misiones de vuelo y a pesar de la peligrosidad que conllevaban estas acciones (fíjense que no portaban paracaídas para poder así transportar más bombas) solo murieron unas 30 mujeres. Este regimiento, de hecho, se convirtió en la unidad femenina de combate más condecorada de la Segunda Guerra Mundial, llegando algunas de ellas a recibir la más alta distinción del ejército ruso: Héroes de la Unión Soviética.