domingo, 8 de enero de 2017

LA PRINCESA DE ÉBOLI ¿ERA PRINCESA DE VERDAD?



Ana Mendoza de la Cerda y de Silva y Álvarez de Toledo (1540 – 1592) más conocida por el título de Princesa de Éboli, ha sido uno de los personajes claves de la Historia Moderna de España y sin duda,  junto con su parche, uno de los mitos más importantes que nos ha llegado a día de hoy. Normalmente se la reconoce  siempre por el título de princesa, aunque ¿lo era? Pues en verdad sí. Normalmente el título de príncipe o princesa suele reservarse a  personas de la realeza, pero en tiempos de Felipe II era un rango que cualquier noble podía obtener si lo heredaba de su familia o si se lo hubiese concedido el rey. Por ejemplo el padre de Ana Mendoza era en esencia conde y posteriormente el rey Felipe II le había otorgado el título de príncipe de Melito. Y más aún, podríamos decir que Ana Mendoza era princesa por partida doble ya que su marido Ruy Gómez de Silva también era príncipe de Éboli (Nápoles). Honor que le había concedido Felipe II en 1559 por sus grandes servicios como secretario.
Llama la atención que después de ella solo ha habido otras dos personas con el título de príncipe sin ser de la familia real. Se trata de Godoy, a quien el rey Carlos IV le otorgo el título de Príncipe de la Paz, y años después fue otro rey, Amadeo I, quien hizo lo mismo pero con Espartero a quien le concedió el honor de ser príncipe de Vergara.