martes, 22 de agosto de 2017

LA BASURA QUE SE ACUMULABA EN ROMA



Cuando vemos un peplum sobre la antigua Roma normalmente vemos la ciudad bastante limpia, y aunque series actuales como Roma poco a poco nos van mostrando una ciudad más real, la verdad es que la ciudad del Tíber era un lugar bastante sucio. Además de que la gente tiraba los desperdicios por las ventanas, a eso hay que añadir que el romano de a pie tenía la mala costumbre de arrojar los desperdicios en cualquier sitio o de hacer sus deposiciones, ya fueran en forma de orina (minctores) o de forma solida (cacatores) en la primera esquina o callejón que les pillara a mano. Así que era normal que en sus calles se fuera acumulando la basura poco a poco de manera alarmante. Menos mal que en Roma existía un servicio de limpieza que velaba porque a los viandantes no les llegaran los desperdicios hasta el cuello. Se sabe que existían una serie de empleados públicos llamados stercorari que ayudados por los carros de basura o plostra stercoraria llevaban los sucios desperdicios a los vertederos o puticulum que había en las afueras de la ciudad. Incluso en aquellos lugares había manadas de cerdos que se ponían hasta arriba comiendo dichos desperdicios para que poco a poco quedara sitio para traer más cargamento. Y es que los romanos tiraban de todo, desde fluidos corporales, cadáveres, hasta enseres domésticos como muebles o vasijas que ya no se utilizaban en casa o en los almacenes. Con respecto a esto último en una zona de Roma se llegó a acumular tal montaña de desperdicios de vasijas y ánforas que llegó a formarse todo un monte: el monte Testaccio.