En 1984 la
ciudad de Los Ángeles (Estados Unidos) fue designada para albergar los XXIII
Juegos Olímpicos de le era moderna. Como suele ocurrir en estos eventos
deportivos las marcas comerciales quisieron sacar tajada con la publicidad y
con las promociones, y claro está la empresa de comida rápida McDonald’s
tampoco quiso perder esta gran oportunidad de ganar mucho dinero. Es por ello
que lanzó la campaña publicitaria “When the US win, you win!” (¡Cuando Estados
Unidos gana, tú ganas!) en la que se ofrecían boletos para rascar. En cada uno
de ellos había impreso una clase de deporte y si aparecía una medalla de oro, McDonald’s
regalaba una hamburguesa; si en cambio era de plata solo ofrecían patatas
fritas; y si en cambio era de bronce solo tenías derecho a un refresco gratis.
A día de hoy
podríamos decir que esa campaña era bastante arriesgada ya que Estados Unidos
suele ser uno de los países que coronan el medallero olímpico, aunque en
aquellos días lo que no sabía mucha gente era que los directivos de McDonald’s
habían amañado un poquito las bases del concurso pues la mayoría de los boletos
pertenecían a deportes en los que la extinta URSS y sus países satélites habían
destacado en olimpiadas anteriores. Pero con lo que no contó esta empresa de comida
rápida fue con el boicot que realizaron los países comunistas al no acudir a
Los Ángeles, teniendo como consecuencia que la delegación americana arrasara en
el medallero con lo que McDonald’s tuvo que regalar más del doble de
hamburguesas de las que tenía previsto. Toda una ruina.
Como curiosidad
señalar que este gran error de marketing de McDonald’s fue parodiado en la
serie cómica de animación Los Simpson
cuando la empresa de Krusty el payaso, llamada Krustyburguer, casi se arruina por el boicot comunista.