viernes, 4 de enero de 2019

EL ÚLTIMO TESORO VISIGODO - José Calvo Poyato


Llama la atención que el periodo visigótico en España, pase, la mayoría de las veces, de puntillas por los libros de Historia y que, debido a ello, se enseñe de forma apresurada. Esto sucede debido a varios factores. Uno, que se tomen los dos siglos y medio que estuvieron los visigodos en España como una especie de bisagra entre dos acontecimientos importantes de nuestra historia como son la Hispania romana y el establecimiento de Al-Ándalus durante casi ocho siglos. Y tampoco ayuda que hace algunos años lo único que se estudiara acerca de este tiempo fueran las interminables listas de los reyes godos,  de mala memoria para muchos estudiantes que acabaron aborreciendo todo lo que tuviera ver con aquella época. Menos mal que poco a poco, tanto los ensayos como las novelas históricas van interesándose más por el mundo visigodo acercándonos más a sus hitos históricos y artísticos. Uno de éstos se titula El último tesoro visigodo, escrito por el novelista e historiador José Calvo Poyato, en él que retrata las vicisitudes que sufrió el famoso Tesoro de Guarrazar desde la caída del reino visigodo tras la Batalla de Guadalete (711)  hasta su descubrimiento a mediados del siglo XIX y la posterior codicia y mercadeo que se levantó  a su alrededor.

Cerca de la localidad toledana de Guadamur  se encuentra una zona de huertas llamada Guarrazar por las que cualquier persona poco viajada y poco leída solo vería una sucesión de campos de labrantío en mitad del campo manchego. Pero dio la casualidad que a mediados del siglo XIX, precisamente en 1858,  la Historia quiso que este lugar fuera por un tiempo protagonista de uno de los mayores descubrimientos arqueológicos de España. La novela de José Calvo Poyato comienza justamente aquí cuando una familia de campesinos acomodados de Guadamur, encabezados por Francisco Morales y María Pérez, al volver de Toledo se encuentra por casualidad una tumba en la que dentro hay un gran tesoro compuesto de varias coronas votivas, cruces de oro, piedras preciosas y demás alhajas dignas de un rey. El desconocimiento acerca de qué era aquello lleva a Francisco a intentar vender dicho tesoro, pero en cuanto lo intenta comienza a fraguarse todo un laberinto de intereses y codicia entre vecinos y potentados que también intentan hacer fortuna no solo del hallazgo sino de otros que van apareciendo por la zona. Al no haber todavía una legislación fuerte con respecto al patrimonio histórico la rapiña se hizo dueña y señora de la zona comenzando un expolio del que muy pocas piezas halladas se salvaron. ¡Incluso llegó a ir hasta Francia! Con el tiempo el tesoro volvió a la Península (1941) pero la codicia y la ambición que no solo mostraron los lugareños sino también las altas esferas hicieron que actualmente el gran tesoro de Guarrazar se encuentre en tres instituciones como son el Museo de Cluny (París), el Museo Arqueológico Nacional, y el Palacio Real de Madrid. Incluso existen piezas que se perdieron en la noche de los tiempos.

La novela está enmarcada en dos fases temporales. Por un lado, tenemos la línea anteriormente mencionada acerca de los avatares que sufrió el Tesoro de Guarrazar a lo largo del siglo XIX y parte del XX. En cambio, engastada a esta historia como joya en una corona votiva, el autor nos lleva a los últimos momentos del reino visigodo (siglo VIII), precisamente a la Batalla de Guadalete (711) cuando las fuerzas expedicionarias árabes acabaron definitivamente con el ejercito del rey Rodrigo haciendo caer a la monarquía visigótica. Nos detalla cómo fue esa batalla, la resistencia posterior de ciudades como Córdoba, y el exilio al norte de muchos caballeros que esperaron con paciencia la oportunidad de volver sobre sus pasos y recuperar el reino y las riquezas escondidas que una traición les había arrebatado. El último tesoro visigodo una novela muy interesante en que la historia y el thriller se dan la mano para que conozcamos la historia singular de un hallazgo arqueológico y como la ambición estuvo a punto de que se perdiera para siempre.