domingo, 19 de abril de 2020

LAS ZANAHORIAS DEL BLITZ



Una de las cosas que nos han dicho de forma machacona es que es importante comer grandes cantidades de zanahorias para poder tener una mejor vista. Pues bien, aunque lo hayamos escuchado y nos lo hayan recomendado cientos de veces, la verdad es que se trata de un falso mito. Esta falacia tiene su origen en la Segunda Guerra Mundial cuando los alemanes efectuaron el famoso Blitz entre 1940 y 1941 que consistía en el bombardeo continúo de ciudades inglesas con el fin de obligar al gobierno británico a rendirse. Pero los ingleses no se estuvieron quietos, aguantando las bombas que les arrojaban, sino que depositaron sus esperanzas en las Fuerzas Aéreas Reales Británicas (RAF), quienes se dedicaron a derribar a los bombarderos alemanes que no paraban de asolar la isla. Uno de aquellos intrépidos aviadores se llamaba John Cunningham (1917-2002) y pronto empezó a destacar entre sus compañeros por derribar una buena cantidad de aviones de la Luftwafe. Una veintena en total, sobre todo por la noche, por lo que empezaron a llamarle “Ojos de gato”.

El éxito que tenía no se debía a que tuviera cualidades especiales por encima de sus compañeros sino porque capitaneaba el escuadrón 604, dotado de un nuevo sistema de radar aéreo (el Airbone Interception) con el que le era más fácil derribar bombarderos alemanes. Pero como este nuevo radar era todo un secreto y el gobierno no quería que fuera conocido por el enemigo se inventó un rumor en el que se decía que el truco de que el capitán Cunningham y sus hombres tuvieran tanta puntería se debía a que comían grandes cantidades de zanahorias. Para propagar este rumor la BBC lo afirmó por la radio y se hicieron incluso unos dibujos animados protagonizados por el doctor Carrot y Potato Pete para que los niños y sus padres consumieran grandes cantidades de zanahorias y patatas para mejorar su vista y orientarse mejor en los apagones que provocaba el Blitz. A resultas de ello el consumo de estos dos alimentos se disparó de manera considerable forjándose uno de los mayores mitos alimenticios.

Como curiosidad añadir que en un principio las primeras zanahorias de la Historia provenían de Oriente y eran casi amarillas. El por qué ahora son naranjas  se debe a los horticultores holandeses quienes en el siglo XVI hicieron una serie de injertos para obtener una variedad naranja y de esta forma coincidiera con el color de la casa real holandesa: Orange. A partir de entonces las zanahorias tienen ese color anaranjado debido a que eran los holandeses quienes en ese momento dominaban el mercado internacional de zanahorias.