sábado, 6 de agosto de 2022

SI ERES EMPERADOR TEN CUIDADO CUANDO VAYAS AL RETRETE

 

El emperador romano Vario Avito Basiano, más conocido como Heliogábalo (218-222), tuvo un reinado muy corto y en ese breve periodo, debido a sus conductas excéntricas y un tanto depravadas supo granjearse la animadversión de sus más allegados. Sabiendo que no era muy querido consultó a un oráculo sobre cómo iba a morir y este le respondió que de forma violenta. Previendo esto mandó construir bajo sus estancias privadas un patio de porfirio por si tenía que saltar al vacío y matarse en el acto y de esta forma no dejar ese gusto a sus enemigos. También, con tal fin, hizo que unos orfebres le hicieran un anillo el cual estaba hueco y relleno de una pequeña pero letal cantidad de veneno con el que irse rápidamente al otro barrio. Y por si todas estas disposiciones fallaban no podían faltar como complemento un puñal de oro para atravesarse el corazón, o una cuerda de seda y oro con la que colgarse. Pero todas estas disposiciones no le valieron de nada pues cuando cumplió 18 años, mientras estaba sentado en el retrete unos soldados pretorianos lo atraparon y le introdujeron por la garganta la esponja que se utilizaba para limpiar las partes pudendas hasta que se asfixio, siendo posteriormente rematado con un puñal.

Llama la atención que este final tan violento es muy parecido al que tuvo su antecesor: Caracalla (198-217). Éste, mientras estaba de viaje, tuvo una llamada urgente de la naturaleza y se bajó ipso facto de su litera en dirección a unos arbustos. Pero cuando estaba de cuclillas, como cualquier mortal, un soldado de su escolta se acercó por su espalda, en silencio, y le asestó varias puñaladas hasta que lo mató.