Una de las
guerrilleras más famosas de la Guerra de Independencia Española fue María
Martina de Ibaibarriaga (1788 - 1849), a quien las circunstancias la obligaron
a vestirse de hombre para luchar contra las tropas napoleónicas. Existe una
leyenda que dice que lo que motivo a esta mujer a entrar en las guerrillas fue
el asesinato de su padre y su hermano a manos de las tropas francesas durante
la toma de Bilbao el 16 de Agosto de 1808. No se sabe muy bien si esta noticia es
cierta o no pero lo que si esta documentado es que en 1810 la Gendarmería
Imperial arrestó en Durango a su madre y hermana para interrogarlas y saber el
paradero de aquella “muchacha vestida de hombre” y que iba en la partida del
guerrillero Belard el Manco
cometiendo todo tipo de tropelías y actos de bandidaje.
Tanta fama
justifica que a principios de 1811 ya tuviera su propia partida teniendo a su
mando un total de 50 guerrilleros que no dudaban por un lado en atacar tanto a
los convoys franceses como en entrar en los pueblos a robar todo tipo de
enseres personales. Es por ello que en Julio de ese mismo año otro guerrillero,
Espoz y Mina, la capturara por orden de la Juntas de Defensa y mandara
fusilarla, pena que debido a su condición de mujer no se produjo. Tiempo después,
y escarmentada de sus actos delictivos, la vemos enrolada en la partida del
vasco Francisco de Longa actuando de forma heroica en la Batalla de Vitoria
(1813).
Al finalizar la
Guerra de Independencia fue juzgada por actos de bandidaje pero debido a que
había demostrado actos de valor y arrojo contra el francés le fue conmutada la
pena dándose incluso el caso de que el mismo Fernando VII le concediera el
rango y el sueldo de capitán.