Reconozco que
una de mis aficiones, además de la Historia, es el cine. Un tipo de películas
que me gustan son las de temática deportiva, en concreto las que tratan de
personas o colectivos que se superan a sí mismos. Una de ellas es una
peliculilla de Disney de 1993 titulada Elegidos
para el triunfo (Cool Runnings) que nos narra la odisea de un grupo de
deportistas jamaicanos que ante el asombro de todos se presentan en los Juegos Olímpicos
de Invierno de Calgary (1988) en la modalidad de bobsleigh. Lo interesante del
film no son solamente las peripecias de estos valientes deportistas sino que
esta basado en una historia real, y que aunque difiere en algunos aspectos
sigue siendo igual de emocionante.
A finales de los
años 80 dos empresarios americanos, George Fitch y William Maloney, que estaban
en Kingston (Jamaica) presenciaron una curiosa tradición del país caribeño: los
Pushcart Derby o carreras de carros empujados por jóvenes. Este par de
empresarios, entre bromas, se imaginaron cómo sería llegar a aquellos isleños a
las olimpiadas de invierno y montarlos en veloces bobsleigh. Así pues
decidieron patrocinarlos y comenzaron hacer pruebas de selección. Querían crear
un equipo compuesto íntegramente por velocistas pero nadie se presentó a las
convocatorias. A pesar del fracaso no cejaron en su empeño por lo que acudieron
al ejército jamaicano para solicitar reclutas. Y los consiguieron. Los elegidos
fueron: El teniente Devon Harris; el capitán Dudley Stokes; el soldado raso
Michael White; y el ingeniero Samuel Clayton. Todos ellos entrenados por el
experto americano en bobsledder Howard Siler.
Así pues estos
aguerridos atletas, sin ningún rubor, se presentaron en los Juegos Olímpicos de
Calgary (Canadá). Y aunque nada más llegar causó un gran impacto debido a lo
exótico de su presencia en aquel gélido lugar, pronto consiguieron ganarse un
hueco en los corazones de los aficionados convirtiéndose en los favoritos del público,
quienes empezaron a llamarles los “reggae boys”. Al principio sus comienzos en
las fases clasificatorias fueron algo desastrosas pero gracias a su tesón
comenzaron a escalar posiciones… hasta que sufrieron el accidente. Debido al
fallo de una de las piezas del trineo no pudieron llegar a la meta, pero asombrosamente
éstos se levantaron y lo arrastraron hasta el final, mientras eran aclamados
por todo el mundo. En su país fueron recibidos como héroes.
Pero la gesta de
los reggae boys no se acaba aquí pues en vez de amilanarse siguieron participando
en otros eventos como por ejemplo los Juegos de Albertville (1992) en donde
acabaron en la 24ª posición o en los de Lillehammer (1994) donde escalaron
hasta el puesto 14. Y a pesar de que no se clasificaron para los de Torino 2006
y Vancuver 2010, en el año 2000 consiguieron plasmar sus anhelos al ganar la
medalla de oro en el Campeonato Mundial de Empuje…
… y es que a
veces los sueños pueden hacerse realidad.