… a los Borbones
les encantan los dulces? El primero de esta casa reinante en España, Felipe V,
era un apasionado del chocolate, y siempre pedía una taza caliente por las
mañanas nada más levantarse. Además, a este rey hay que atribuirle la entrada
del famoso roscón de reyes dentro de
las tradiciones españolas, pues importó de Francia la costumbre navideña de
regalar roscones cubiertos de frutas escarchadas en los que había una sorpresa
escondida.
Pues bien, el
gusto por el chocolate también es cosa de su hijo Carlos III, el cual compartía
esta afición, pues al igual que su padre desayunaba chocolate por las mañanas,
pero siempre en la misma taza. Tan metódico era que siempre comía el mismo
menú: sopa, ternera asada, un huevo fresco, ensalada, y vino dulce de Canarias.