A pesar de la
neutralidad que exhibió España durante la Primera Guerra Mundial, fueron muchos
los jóvenes que se enrolaron, a pesar de la negativa de su país, en los
distintos bandos que lucharon desesperadamente entre 1914 y 1918. Se cree que
unos 15.000. Lo curioso es que muchos de esos voluntarios prefirieron surcar
los cielos en las filas alemanas junto con el Barón Rojo o el joven Hermann Goering, o con los aliados franceses
o estadounidenses. Uno de aquellos aventureros que volaron para Estados Unidos
fue un joven aragonés llamado Antonio Beltrán Casaña, más conocido entre el
fango de las trincheras como El
Esquinazau. Sobrenombre que hacia honor a su temeridad y fuerte
personalidad en el combate.
Nació en Jaca en
1897 pero pronto emigró a Flagstaff (Estados Unidos). Sus familiares lo
enviaron al otro lado del océano pensando en su seguridad, pero a él, aquella
vida tan aburrida, le volvía loco y debido a ello se alistó con los Dorados, que eran las tropas
revolucionarias de Pancho Villa. Al acabar el conflicto se retiró a Canadá y
trabajó como leñador, pero cuando Estados Unidos entró en la Primera Guerra
Mundial no dudó en presentarse como voluntario. Durante dos años surcó los
cielos de Europa derribando aviones alemanes, lo que el valió ser condecorado
por sus hazañas.
Los días entre
el barro sucedían monótonamente uno tras otro, sin fin aparente. Aquella
inactividad exasperó de nuevo a Antonio Beltrán que aprovechando un permiso
decidió desertar y volver a su hogar, a Jaca. La siguiente noticia que sabemos
de él es que cooperó con el bando republicano durante la Guerra Civil Española,
aportando sus dotes de mando y experiencia a la vez que mandó la 72 Brigada
Mixta. Al caer derrotada la Republica emigró a la URSS pues su condición de
comunista le podía llevar al pelotón de fusilamiento. Es entonces cuando
comienza una epopeya en la que casi entra a luchar en la Segunda Guerra Mundial
en el bando soviético, pero Stalin le denegó este honor; luego colabora con las
tropas antifranquistas desde Francia pasando armas a los maquis; y acaba
volviendo a América, esta vez del Sur, en donde halla la muerte un 6 de Agosto
de 1960 en México D.F.
Amante de la
libertad sobre todas las cosas, será enterrado en el Panteón Español de México,
con el ataúd envuelto en la bandera tricolor de la República Española.