Adeste, fideles, laeti, triumphantes,
Venite, venite in Bethlehem:
Natum videte Regem Angelorum…
En el momento en
que principio esta breve reseña, en las calles de muchas ciudades de España los
ayuntamientos y grupos vecinales comienzan a poner las luces de Navidad. Los
comerciantes poco a poco sacan a la venta productos especiales para esta época,
y rescatan de los trasteros muñecos, belenes y espumillones para atraer a los
clientes, y finalmente, incluso, las agencias de viajes sacan a la luz planes y
rutas especiales a buen precio para pasar una Navidad y Año Nuevo en lugares
encantadores y llenos de magia. Todo vale para publicitar estas santas fiestas,
pero pocos se dan cuenta que el verdadero sentido de ellas y el significado
arcano que encierra cada rito y celebración ha quedado sepultado bajo toneladas
de abetos y papa noeles agarrados en una difícil pirueta en el alfeizar de una
ventana. Y más que una celebración especial, con más de dos mil años, hemos
convertido a la Navidad en una costumbre cansina y repetitiva que en nada tiene
que ver con lo que fue. Es por ello que cualquier pequeño gesto para recuperar
aquellos valores sea bienvenido en esta época de descreimiento y mercantilismo.
Uno de estos paréntesis que nos retrotraen a lo más profundo de nuestro ser es
este libro que tengo entre las manos: Breve
Historia de la Navidad, de Francisco José Gómez, editado este año por
Nowtilus. (Sigue)
Con prosa
preciosa y precisa, el autor nos propone un viaje muy especial a la historia de
la Navidad, desde el mismo nacimiento del cristianismo hasta la
desvirtualización de su esencia en el presente. Francisco José Gómez nos
descubre como esta fiesta, que al principio no tenía mucho sentido entre los
primeros cristianos, obsesionados con la pronta venida del Hijo de Dios en una
segunda venida (Parusía), poco a poco y tras muchas discusiones conciliares y polémicas
por la fecha del nacimiento de Cristo, a partir del siglo IV se instaló con
paso firme entre las fiestas principales del calendario religioso. También
veremos como ésta, después de ser oficial, sufrió durante la Edad Media y la
Edad Moderna todo un boom de
espiritualidad, definiéndose perfectamente muchos de los ritos y costumbres que
hoy conocemos, y que hoy, muchas gentes así lo creen, parecen inventados en
este mundo de la mercadotecnia.
Leer un libro no
es solo viajar en el tiempo y el espacio, sino también emprender un camino de
sensaciones. Y con este libro Breve
Historia de la Navidad, la sensación que más me ha llenado es de la
sentirme especial, comprobando, página a página, que todas las fiestas que
existen hoy en día (quitando las frivolidades) tienen un por qué y un motivo.
Nada sale de la nada. El autor nos revela un montón de sorpresas: la
importancia del pesebre frente al belén, de dónde viene la Misa del Gallo,
quiénes eran los Reyes Magos, y la importancia de un San Nicolás mientras
quedamos absortos viendo los rituales del árbol de Navidad. Pero no solo de
religión vive el hombre, aunque espiritualmente lo llene, sino también de pan,
especialmente roscones, turrones, mazapanes, gallos y pavos… y para que el
libro sea redondo Francisco José Gómez también nos descubre por qué nos gustan
estos alimentos y en que momentos aparecieron en las mesas de Navidad. Uno de
los capítulos más interesantes del libro (aunque todos los son) es el dedicado
a la Navidad en la Historia de España y Sudamérica. Me ha resultado grato ver
como llegó el Belén a nuestra piel de toro, como se celebraban Nochebuena y Año
Nuevo en el Siglo de Oro, de dónde viene nuestra obsesión por la lotería, y la
tierna historia de los villancicos.
He de reconocer
que muchos de los ritos que aparecen en esta obra ya las conocía, pero me
congratula descubrir que estos conocimientos los he centuplicado de una manera
extraordinaria llenándome de sorpresas viendo continuamente como la historia de
la Navidad no es algo esporádico sino que esta vertebrado a lo largo de los
siglos. En verdad les invito a conocer esta epopeya de la Santa Fiesta y que la
gocen conociendo de antemano de dónde viene cada elemento navideño, pues eso
hará que vean este previo tiempo de Adviento y los posteriores días como algo
mágico.