jueves, 30 de enero de 2014

LOS TIRABUZONES DE LA LIBERTAD



¿Quién no ha escuchado alguna vez esta alegre tonada?

Con las bombas que tiran
los fanfarrones
se hacen las gaditanas
tirabuzones.

Los “fanfarrones” eran, evidentemente, los franceses los cuales desde 1810 a 1812 sometieron a férreo sitio a la muy ilustre y heroica de Cádiz. Como la ciudad, es esencialmente una pequeña península, las tropas de Napoleón solo podían reducirla a base de un cañoneo continuado. Pero las distancias de disparo jugaban a favor de los gaditanos ya que aunque los franceses arrojaban fuego día y noche solo podían hacer llegar sus obuses hasta la mitad de la ciudad. Éste era un problema que quitaba el sueño a los artilleros enemigos los cuales ideaban inventos para que sus proyectiles fueran un poco más lejos. Uno de estas “ideas” era la de introducir dentro de la bala de cañón unas láminas de plomo para que cuando fueran por el aire se enfriaran e hiciera a la bala más pesada. Cuando tocaba tierra ésta se partía en varios trozos arrojando un buen número de letal metralla. Cuando pasaba el peligro los gaditanos se acercaban al lugar del impacto y descubrían que aquellas láminas de plomo se habían rizado, por lo que las muchachas, después de recogerlas con cuidado, las utilizaban como bigudíes para rizarse el cabello en bellos tirabuzones.