A veces las
moscas son muy pesadas. O no te dejan dormir, o se posan en tu comida, o te
zumban todo el rato a tu alrededor. Nada romántico tienen esos insectos
machadianos. Y si no que se lo digan al faraón de la VI dinastía Neferkara
Pepy, más conocido en su familia como Pepi II. Parece ser que este buen hombre
no soportaba a las moscas cada vez que daba un paseo por las orillas del Nilo.
Así que un buen día, harta de ellas inventó un mata moscas de lo más “humano”. No
se lo ocurrió otra cosa que untar de miel, de arriba abajo, a varios de sus
esclavos cada vez que saliera de palacio. Así, de este modo, estos dichosos
insectos en vez de posarse en la perilla del faraón preferían poner sus patitas
en aquellos hombres tan dulces.