Hace tiempo ya
hablamos de como la cabeza de Goya todavía está en busca y captura para
depositarla junto a los demás restos de su cuerpo. Pues bien, mientras que a
uno le falta a otros les sobra, y si no que se lo digan a Jaime I de Aragón. En
1952 al entonces caudillo Francisco
Franco no se le ocurrió otra cosa que trasladar los restos de todos los reyes
de Aragón al Monasterio de Poblet. Pues bien, cuando se abrió la tumba del gran
conquistador medieval, que entonces dormía placidamente en la catedral de
Tarragona, se descubrió que ¡tenía dos cráneos! ¿Cómo era posible que este
monarca tuviera dos testas coronadas? Se cree que la aparición de una cabeza de
más se debe a que debido a saqueos y otras tropelías cometidas durante años
alguien la depositó otra al lado de la real. Lo curioso del asunto es que Jaime
I todavía sigue en posesión de dos cráneos ya que hasta el momento no se ha
demostrado cual es la buena y cual la mala.