Mientras que
Garibaldi y el rey Vittorio Emanuelle II conseguían unificar Italia a base de
estrategia militar y fervor patriótico, Giussepe Verdi hacia lo mismo pero
poniéndole banda sonora a miles de italianos que deseaban ser libres. Y en tanta
estima le tenían al compositor de inmortales operas como Nabucco, La Traviata o Rigoletto, que durante la lucha muchos
patriotas hacian pintadas en las paredes en las que ponía:
¡¡¡VIVA
V.E.R.D.I!!!
Los austriacos,
ignorante al creer que se trataba de alabanzas al músico, no se daban cuenta de
que delante de sus narices habían escrito lo siguiente:
“Vittorio Emanuelle Re D’ Italia”