El primero en
recorrer el Camino Español hacia los territorios hispánicos de Flandes fue el
Duque de Alba en 1567. Pero no lo hizo él solito sino que se llevó consigo alrededor
de 11.000 hombres divididos en cuatros tercios. En aquel impresionante cuerpo
militar no podían faltar los cañones y la impedimenta a lomos de mulas y
carros, y sobre todo unidades de mosqueteros que portaban consigo la última
novedad armamentística del momento, que los hacía temibles a cualquier enemigo
con los que se enfrentaran. La gente que salía de los pueblos por donde pasaban
se quedaban asombrados al ver que en aquel grupo no se habían dado casos de pillaje
ni alteraciones públicas durante todo el camino. En verdad el secreto de
aquella disciplina se debía no solo a las férreas ordenes del Duque de Alba
sino también porque los tercios estaban acompañados por un total de 2000
prostitutas que también estaban organizadas en columnas. Se había pensado que
la proporción de 8 prostitutas por un soldado calmaría los ánimos y evitaría
cualquier desmán de la tropa.