sábado, 21 de junio de 2014

LA GUARDIA DE LOS MONTEROS DE ESPINOSA



Uno de los posibles orígenes de la Guardia Real Española proviene de los llamados Monteros de Espinosa. Cuenta la leyenda que esta guardia tan particular nació alrededor del año 1066 y que fue creada por el rey Sancho García de Castilla para premiar a un escudero suyo que le había avisado a tiempo de una traición que a punto estuvo de acabar con su vida. Se dice que la madre del nuevo rey, la condesa doña Aba, ansiosa por tener un poder que se le había negado por su condición de mujer, acordó con un caudillo musulmán matar a su propio hijo. Pero el plan les salio bastante mal ya que una de las damas de la condesa, que se había enterado de los malvados planes de su señora, acudió a su marido, Sancho Peláez, que era escudero del rey, para que le avisara del peligro que se cernía sobre su cabeza. Éste rápidamente previno a su señor y gracias a ello se pudo detener a los conjurados. Es evidente que el rey Sancho quedó muy complacido por el servicio prestado por la pareja y como el marido era oriundo de la villa burgalesa de Espinosa de los Monteros, en premio a su fidelidad estableció lo siguiente:

Leal me fuiste, Sancho Peláez. Desde ahora guardarás mi sueño. Y que guarden también los hijos de Espinosa en los siglos venideros el sueño de todos los monarcas que Castilla tenga”.

A partir de aquí quedó inaugurada la guardia real de Monteros de Espinosa, o Monteros de Cámara, entre cuyas funciones destacaban: ser la guardia nocturna en las alcobas de los reyes de Castilla; cerrar el palacio y custodiar las llaves para que nadie entre o salga sin su permiso; escoltar a sus majestades en sus horas de servicio sea dentro o fuera del castillo; estar al lado de la cama del rey en caso de enfermedad, y finalmente acompañar al cuerpo del monarca fallecido hasta la tumba. Esta guardia tan especial solo podía estar integrada por hidalgos o naturales de la villa de Espinosa de los Monteros y estuvo vigente hasta 1931 cuando la Segunda República la eliminó debido a que no había reyes que custodiar. Pero de nuevo con la reinstauración de la Monarquía volvió a tener utilidad aunque ahora encuadrados dentro del llamado Grupo de Honores de la Guardia Real.