Se dice que el
16º presidente de los Estados Unidos de América y su esposa Mary Todd Lincoln a
veces se quedaban en éxtasis y tenían visiones proféticas e incluso sueños que
le hablaban de lo que, tal vez, habría de venir. El 14 de Abril de 1865 por la
mañana, el mismo día en que fue asesinado por John Wilkes Booth en el Teatro
Ford, dijo a sus alegados lo siguiente:
En el sueño, fui despertado por un gemido
débil procedente de algún lugar cercano. Me levanté, y comencé a buscar el ruido,
finalmente encontrando mi camino a la sala este, donde hombres y mujeres
estaban envueltos en mantos funerarios. Ví un ataúd en un estrado, y soldados
en cada extremo. Un capitán estaba de pie cerca, y me dirigí a él: 'Quién está
muerto en la Casa Blanca' dije. 'El Presidente', es su respuesta, 'fue
asesinado por un asesino.' En el ataúd había un cadáver con ropas funerarias,
pero el rostro estaba oscurecido.
En verdad horas
más tarde, un tiro en la cabeza acababa con su vida. Pero le debieron de quedar
cuentas pendientes pues han sido muchos los presidentes de Estados Unidos que
han creído ver su fantasma merodeando por la Casa Blanca. También hay quien
cree que el fantasma ha enterrado un tesoro fabuloso en los jardines del
edificio, tal vez el famoso Tesoro de los Confederados, y que si se habla
detenidamente con él en prueba de su buena voluntad confesara donde esta
enterrado. En cambio otros opinan lo contrario, que el fantasma de Lincoln lo único
que hace es advertir a los distintos presidentes americanos sobre los peligros
que le acechan. El presidente Lyndon B. Johnson
asegura que una vez tuvo una charla con él y que le preguntó lo
siguiente:
Tuviste una guerra, tuviste un movimiento de
derechos civiles, tuviste manifestantes y críticos, ¿qué puedo hacer?
Y Lincon le
contestó:
No vayas al teatro.