¿Sabías que el
origen de la expresión quemar las naves, como
sinónimo de jugarse el todo por el todo fue acuñada en el siglo XVI a causa de una arriesgada acción protagoniza por Hernán
Cortés? En Agosto de 1519, en la ciudad mexicana de Veracruz el capitán
extremeño exigió a sus hombres un
esfuerzo más para conquistar la ciudad de Tenochtitlan y así poder derrotar
definitivamente al emperador azteca Moctezuma. Pero sus soldados parecían que
ya estaban un poco cansados de tanta batalla y deseaban volverse a España con
las pocas riquezas que habían conseguido. Aquella decisión no le gustó nada al conquistador
que de un plumazo decidió eliminar cualquier conato de rebeldía mediante una
acción sorpresiva. Para ello ordenó hundir sus propios barcos haciéndoles una vía
de agua que los arrastrara irremediablemente al fondo de las aguas. De esta
manera mandó un mensaje a sus hombres diciéndoles que solo había una salida
posible: o matar o morir. Lo curioso del asunto es que las narraciones
posteriores cambiaron un poco la historia, haciéndola un poco más dramática y literaria
cambiando el hundimiento de unos barcos por un incendio efectuado por un
pirómano Cortés con una tea en la mano.