jueves, 12 de marzo de 2015

EL SECRETO ESTÁ EN LA CARCOMA



Siempre se ha dicho que los mejores violines del mundo han sido los fabricados en el taller de Antonio Stradivari  (1644 – 1737) en Cremona. Pero ¿por qué? ¿Cuál es el motivo por el que son tan apreciados entre los músicos? Muchos luthiers y entendidos en el tema han estudiado estos violines desde siempre, y hay quienes opinan que su éxito reside  en el uso del barniz, su secado posterior, o incluso algunos piensan que meramente se trata de la mano maestra de sus artesanos.  Aun así, a pesar de lo dicho, recientemente un experimento químico ha revelado que el secreto de los Stradivarius está en la madera. Según parece  los violines de la época estaban fabricados con maderas llenas de carcoma, mientras que las usadas en el taller de Stradivari en Carmona no tenían esta enfermedad. Los análisis químicos han descubierto que los artesanos, para evitar que los violines se contagiaran de ella, los rociaron con un insecticida llamado “sal de gemas”, que les había vendido el boticario loca,l y que sin querer se cristalizó en la madera, produciendo que el sonido fuera más claro y bello al oído del violinista y del público que lo escuchaba.