sábado, 11 de abril de 2015

TORTILLA DE PATATAS SIN HUEVO NI PATATAS



Nada más acabarla Guerra Civil Española, uno de los problemas más graves que sufrió la población española fue la carestía de alimentos y por supuesto el hambre que consumía a la gente y que muchas veces lo llevaba a la muerte. Aquellos primeros años los españoles se las tuvieron que ingeniar para encontrar algún alimento, ya fuera a base de las insuficientes cartillas de racionamiento o bien a través del ilegal estraperlo. Pero no solo el españolito medio debía ser listo sino que también los nuevos dirigentes habían de contentar a la población a base de medidas que paliara esta pobreza. Llama la atención que muchas veces esas medidas fueran de lo más absurdas a la vez que fantasiosas como la de atiborrarles a base de bocadillos de delfín, que consumieran solamente el plato único, o que prepararan la famosa tortilla de patatas sin huevos ni patatas. Atención, cojan papel y bolígrafo y prepárense para tomar nota de este peculiar plato inventado por Ignasi Doménech y publicado en su libro de recetas Cocina de recursos (1938):

El secreto está en las naranjas. Se sustituyen las patatas por lascas remojadas extraídas de la capa blanca que separa el tierno gajo anaranjado de la piel. Por otro lado el aceite también se sustituye por unas gotas de aceite, cuatro cucharadas de harina, diez de agua, una de bicarbonato, una pizca de pimienta molida, sal y un colorante para darle el tono a la yema. Todo esto se bate bien fuerte hasta que toma apariencia de huevo batido (huevo imaginario, claro está), y se le añaden las mondaduras de naranjas, previamente escurridas y maceradas. Finalmente se fríe en la sartén y ¡listo! Un plato digno de cualquier Carpanta.