viernes, 12 de junio de 2015

LA TRAGEDIA DE FIDENAS



¿Sabías que las grandes tragedias en estadios cerrados durante eventos deportivos no solo se han producido en la actualidad? También durante el imperio romano se produjo uno de los  mayores desastres que ha conocido la Historia. Aunque en este caso la culpa no la tuvieron aficiones enfrentadas a muerte sino la avaricia de un especulador desaprensivo. Hemos de retroceder al 27 d. C cuando se levantó una prohibición que había ordenado el emperador Tiberio con respecto a los espectáculos de gladiadores. Un empresario llamado Atilio, viendo que los espectadores volvían a llenar hasta los topes la arena de los anfiteatros pensó que debía construir un anfiteatro de madera en Fidenas y vender e igualmente revender cientos de entradas a un precio irrisorio con el único fin de llenar sus bolsillos. De resultas de este movimiento especulativo llegó a meter en el mismo recinto, totalmente apiñados, a un total de 50.000 personas. Pero cuando los gladiadores llevaban un rato atacándose mutuamente la estructura de este improvisado anfiteatro acabó cediendo, provocando que más de 20.000 romanos murieran aplastados. ¡Una barbaridad! De resultas de ello las autoridades tomaron las siguientes soluciones: a partir de entonces todos los anfiteatros serían construidos en piedra para evitar que se desmoronasen, e igualmente se prohibieron los espectáculos que fueran organizados por personas que tuvieran unas rentas inferiores a 400.000 sestercios.