viernes, 3 de julio de 2015

BREVE HISTORIA DE ENTREGUERRAS - Óscar Sainz de la Maza



El día 11 de Noviembre de 1918 a las 11 horas (11 -11 -11) acababa una de las mayores locuras que ha producido la Historia: La Primera Guerra Mundial. En total había durado cuatro largos años, pero hubo una persona que ese mismo día tuvo muy mala suerte. Se trata del soldado George Price, del 28º Batallón de infantería canadiense que fue alcanzado por una bala de francotirador dos minutos antes de la noticia del armisticio. Por 120 segundos George no lo consiguió. Este fue el último muerto de un conflicto que muchos llamaron “la guerra que iba a terminar con todas las guerras”. Cientos de miles fueron las personas que habían muerto o bien en los campos embarrados de batalla, o bien de hambre y sin sentido en la retaguardia. Con todo ello parecía que nunca más se iba a repetir este infierno, y hubo un tiempo en el que al parecer iba a ser así. Se le llamó el tiempo de entreguerras (1919-1939) y ante los supervivientes se abría un periodo de sueños y esperanzas confiando que todo lo vivido hubiera sido una pesadilla. El escritor Óscar Sainz de la Maza ha escrito el libro Breve Historia de Entreguerras, y en él nos narra con gran vigor la crónica apasionante de 20 años que marcaron el siglo XX.

Muchos historiadores coinciden que este periodo de entreguerras es meramente un tiempo en el que los antiguos combatientes se tomaron un respiro para prepararse para el siguiente round, el cual será más temible que el anterior. Desde mi punto de vista me adhiero a este pensamiento, creyendo que tanto la Primera como la Segunda Guerra Mundial es esencialmente una gran guerra civil europea con breves episodios bélicos en donde los futuros países ensayan sus armas, como por ejemplo la Guerra Civil Española (1936- 1939). Aun así este tipo de pensamiento, aunque casi acertado, tiene un punto débil, y es el de hacer creer al lector que el periodo de entreguerras es algo soso en el que no ocurrieron muchas cosas. Se equivoca quien piense así, y es en este ensayo donde nuestro autor nos muestra un tiempo interesante a la par que apasionante. Desde el duro Tratado de Versalles (1919) los países perdedores, sobre todo Alemania,  se sienten agraviados pues no solo consideran que se ha menoscabado su honor, sino que también las caninas condiciones impuestas por los ganadores han provocado una gran crisis no solo institucional e inflacionista en el país germano, llevándoles a  la hambruna y al alzamiento de pensamientos extremistas que prometen el cielo a los denigrados alemanes. Es por tanto tiempo de fascismos y exaltaciones como lo demuestra la llegada de Mussolini al poder en Italia o Hitler en Alemania. Como consecuencia de ello estos territorios comienzan a rearmarse de manera fiera.

Las democracias occidentales, como Francia, Inglaterra, o Estados Unidos parecen no darse cuenta y se sumergen con delectación en lo que se denomina los locos años 20. Fiestas, champan y sueños de gloria parecen no tener fin. Pero todo esto tendrá un duro despertar con el denominado crack del 29 que arrastrara a estos países y a los de su entorno a una triste realidad de pobreza. Esta crisis afectará sobre todo a Estados Unidos que no se desprenderá de ella hasta casi la Segunda Guerra Mundial. Pero hasta que llegue esta fecha el mundo que se abre ante la juventud es de tonalidad dorada. Los países en su mayoría comienzan a mejorar económicamente, sobre todo en la tierra del Tío Sam, e incluso es interesante comprobar cómo los grandes afectados de la guerra son ayudados con programas como el promovido en el llamado Plan Dawes. Aunque éste generará en otros lugares, como Alemania, más pobreza al crear el problema de la hiperinflación de precios en donde el marco no valdrá nada.

Por tanto nos encontramos en el libro Breve Historia de Entreguerras, un periodo de contrastes en el que mientras la mitad del mundo no para de bailar en otros lugares algunos compran pan a precios millonarios. Se crea la Sociedad de Naciones para evitar errores del pasado, pero, a la vez, gracias a sus malas políticas, fomentan los fascismos que pasado el tiempo harán estragos en aquella juventud valiente y despreocupada que atiborran los grandes locales de fiestas. El autor, Óscar Sainz de la Maza, nos presenta un libro apasionante que hará la delicias de los lectores que deseen tener un complemento ideal con el que comprender el siglo XX, aunque les he de confesar que al terminarlo sentí algo de pena al constatar cómo un tiempo de promesas brillantes serían posteriormente barridas por los, de nuevo, cuatro Jinetes del Apocalipsis que un simple y resentido cabo alemán había acunado en su interior.