viernes, 10 de julio de 2015

¿POR QUÉ LOS JUGADORES DE WIMBLEDON HAN DE IR DE BLANCO?



A cualquiera que le guste el tenis y observe un partido del campeonato inglés de Wimbledon seguramente le llamará la atención lo bien que está cortado el césped de las pistas, y sobre todo la vestimenta de los tenistas. Pues a diferencia de otros campeonatos que se celebran a lo largo del año, los deportistas siempre han de vestir de blanco. Y no es una cuestión baladí o caprichosa que dicte la moda, sino que es una tradición muy antigua y que la organización de Wimbledon obliga a cumplir a rajatabla. Parece ser que este código de vestimenta fue impuesto ya en el primer campeonato que organizó el All England Lawn Tennis and Crocquet Club en 1877. Ya por entonces los designios de la moda no afectaban a la ropa de los jugadores los cuales siempre vestían de blanco, convirtiéndose por tanto en una tradición. De hecho, por esta circunstancia al tenis también se le llama “el deporte blanco”. Los jueces de pista son los encargados de que se cumpla esta norma y tienen potestad de expulsar a los jugadores que no lo cumplan. Ha habido incluso tenistas importantes que han estado años sin poder participar en Wimbledon por no acatar esta directriz. Aunque al final, con tal ganar este prestigioso premio, muchos han pasado por el aro. Los únicos que pueden dar un toque distinto a sus camisetas son los recogepelotas quienes pueden llevar polos de color morado.
Con el paso de los años esta norma se ha suavizado un poco y se admiten algunos toques de color, aunque si se observa el reglamento, éste siempre te conduce al blanco quiera uno o no:

1. No se deben vestir colores llamativos.
2. Colores poco o nada oscuros.
3. Nada de colores fosforescentes.
4. Preferencia por los tonos pastel.
5. Preferencia para que la espalda de la camiseta sea totalmente blanca.
6. Preferencia para que los pantalones y las faldas sean totalmente blancos.
7. El resto de la indumentaria, incluyendo gorras, calcetines y zapatillas deben ser predominantemente blancas.