domingo, 27 de marzo de 2016

NARANJAS DE LA CHINA



Ahora lo vemos como algo normal en nuestros fruteros, pero ¿sabías que la naranja no es una fruta originaria de España sino que viene de lejos, de más allá de nuestras fronteras? Según parece las naranjas  provienen de China, y más concretamente del Himalaya y del sudeste asiático, y que con el paso de los siglos llegó a nuestras costas de la mano de los árabes cuando se establecieron en la Península Ibérica. De ahí el nombre con que las conocemos, naranj, que en árabe significa “perfume interior”. Ya entonces la posesión de las naranjas era todo un lujo que solamente los nobles y reyes se podían permitir, siendo utilizadas normalmente como presentes de lujo para honrar a las visitas. Incluso hay constancia de que una vez, en 1286, fueron utilizadas como munición en unos juegos acuáticos en el Ebro para celebrar la visita que hizo Alfonso III de Aragón a Zaragoza. Pero pasados los años la gente comenzó a darse cuenta de que esta fruta se podía utilizar en la cocina, no solo para comer sino también para aderezar las carnes blancas. E incluso algunos alquimistas de la época observaron que el zumo de la naranja también era efectivo para contrarrestar las enfermedades. Arnau de Vilanova, por ejemplo, recomendaba a Jaime II que tomara un vaso de zumo de vez en cuando para que estuviera más fuerte.  Con el tiempo el uso de las naranjas como fruta de mesa se fue imponiendo poco a poco, e incluso se sabe que la gran abundancia de naranjas que hay en Estados Unidos, sobre todo en la zona de California, se debe a que en la época de la conquista del Nuevo Mundo unos monjes franciscanos llevaron a esos lugares unas pepitas de naranja y las plantaron allí para poder también disfrutar de el sabor de esta fruta.