miércoles, 9 de enero de 2019

LA MALA PRENSA DE LA H HOLLYWOODIENSE



Que la famosa meca del cine se encuentre, precisamente en Hollywood, se debe a una suerte meteorológica. El 27 de Diciembre de 1913 varios directores y  productores de cine, entre los que se encontraban Samuel Goldwyn o Cecil B. De Mille, se apearon en la estación de tren de Flagstaff (Arizona) con la intención de rodar un western llamado El Mestizo. Dio la casualidad de que en ese momento estaba cayendo una fuerte tormenta de agua que estaba dejando los caminos intransitables. Es obvio que de esa manera no podían rodar ninguna película. Un lugareño que había por la zona les aconsejó que se fueran más lejos, al Oeste, pues en un lugar llamado Hollywood hacía siempre muy buen tiempo. Y así lo hicieron. Al llegar allí alquilaron una granja y en sus alrededores pudieron rodar el western sin ningún problema. El mito de Hollywood acababa de nacer.

Otro de los grandes hitos que presiden este distrito de los Ángeles es uno de los carteles más famosos del mundo: el Hollywood Sign. Este enorme letrero erigido en 1923 fue construido con motivo de una campaña publicitaria que tenía  la intención de atraer clientes que quisieran comprar una casa en una urbanización que se estaba construyendo en las colinas cercanas. El cartel original no era como el que conocemos actualmente sino mucho más grande. Se llamaba HOLLYWOODLAND y se encendía todas las noches de manera espectacular. En un principio estaba programado que se quedara allí un año y medio pero la incipiente cultura cinematográfica de la zona hizo que se quedara de manera indefinida.

Aun así el cartel sufrió a lo largo de los años un buen número de percances, deterioros físicos, y un buen puñado de actos vandálicos. Un ejemplo de ello son las vicisitudes que padeció la pobre letra H. Desde ella, en 1932, una actriz británica se acabó tirando encontrándose en su bolso una nota de suicidio. Pero lo más espectacular que le pasó a esta letra fue cuando un encargado de mantenimiento del cartel, tras haber bebido más de la cuenta se llevó por delante a la desgraciada H con su propio coche, un Ford A.
En verdad que la historia de este letrero es para hacer una película.