sábado, 9 de febrero de 2019

BREVE HISTORIA DE LA MITOLOGÍA NÓRDICA - Carlos Díaz Sánchez


“He aquí que veo a mi padre, he aquí que veo a mi madre, a mis hermanas y mis hermanos. He aquí que veo el linaje de mi pueblo hasta sus principios. Y he aquí que me llaman, me piden que ocupe mi lugar entre ellos, en los atrios de Valhalla, el lugar donde viven los valientes para siempre.” 
(El Guerrero Número 13)

Un viejo adagio afirma que la Historia la escriben los vencedores. Normalmente esto suele ser normal, sobre todo en el caso de los vikingos. Hay que recordar que en la Edad Media, y sobre todo en su comienzo, los guardianes del saber eran los monjes. Por lo tanto si estos fueron atacados de continuo por razias vikingas es normal que en sus escritos estos quedaran inmortalizados como demonios salidos del infierno que venían a exterminar a la humanidad. Un ejemplo de ello es lo que reflejó uno de los monjes que consiguió escapar del saqueo de la abadía de Lindesfarne en el 793: “Este año los bárbaros llegaron del norte con sus barcos. Eran como punzantes avispas, se propagaban en todas direcciones como horrendos lobos, devastando, robando, saqueando y matando no solo animales sino también curas, monjes y monjas. Llegaron a Lindesfarne, segaron todo rastro de vida, profanaron los altares y se llevaron los tesoros del sagrado recinto”.  Ese año fue el acto presencial de aquellos guerreros que venían de las frías brumas del norte. Y por eso quedaron retratados de esa manera, como si ninguna otra civilización hubiera cometido actos de pillaje. Ello hizo que siempre les quedara el estigma de seres violentos y sin pasión ávidos de sangre y riqueza. Tiempo después el Romanticismo dulcificó su imagen y poco a poco con el paso de los años historiadores y arqueólogos han ido sentando las bases de un nuevo relato vikingo, más actual, en la que las ansias guerreras y comerciales se unificaron mostrándonos una realidad distinta a la que nos habían acostumbrado los temerosos monjes. Así pues les animo a acercarse de nuevo a la historia vikinga a través del libro Breve Historia de la Mitología Nórdica, escrito por Carlos Díaz Sánchez (Nowtilus, 2018) con el que podrán degustar la rica cultura de estos pueblos norteños y sus fascinantes mitos que tanto han influido en civilización actual.

La idea de los dioses y su posterior conversión en religión institucionalizada no es un proceso que se cree de la nada. Para ello ha de haber una sociedad organizada que fomente el proselitismo entre sus ciudadanos. Carlos Díaz Sánchez, en su libro, tras iniciar al lector en la historiografía nórdica lo lanza a conocer cómo vivían los vikingos en sus asentamientos y cuáles fueron los adelantos marítimos que les afianzaron como señores de los mares en los primeros siglos de la Edad Media. Nos informa de cómo estaba estructurada la sociedad entre señores, las personas libres o bondi, y los esclavos tomados o bien en los saqueos propiciados en lejanas tierras o bien por antiguos señores que habían caído en desgracia por cuestiones económicas o legales. Los vikingos no decidían los hechos de la vida a tontas y a locas sino que se organizaban en torno al thing o asamblea plenaria en donde se tomaban diferentes tipos de decisiones ya fuera para planificar nuevos emplazamientos o saber que rutas marítimas tomar para buscar riquezas a través del comercio o del pillaje. El autor también nos informa de cómo eran los centros religiosos, la mayoría en bosques sagrados y como era el culto a la muerte que profesaban, como por ejemplo la famosa ceremonia de quemar a un jefe determinado en una especie de barco para que fuera directamente a la morada de los dioses.  Y, finalmente, en este punto, antes de adentrarnos en el mundo del más allá, Carlos Díaz Sánchez nos aclara como eran los tipos de barcos que surcaban los mares en pos de fortuna. La orografía del terreno escandinavo, montañoso y en muchos casos helado, propició que esta civilización se lanzara al mar, a conquistarlo con la intención, como ya he indicado antes, de comerciar y saquear. Para ello crearon uno de los símbolos más importantes de su cultura: el temible navío vikingo. Alargados, maniobreros, prácticos y desmontables para usarse tanto en mar como en ríos, los distintos barcos que usaban se adaptaban a diferentes usos fuera cual fuera la latitud. Por ejemplo tenemos el langskip (barco largo, también conocido como skeid) que usaban en acciones de guerra y saqueos rápidos. En cambio para cuestiones comerciales de larga distancia tenemos los llamados Knörr que tenían una gran capacidad de carga y material. Esta disparidad de tipos de embarcación nos lleva a pensar de nuevo en la concepción de vida de un vikingo, es decir, en que no eran seres infernales salidos de lo más hondo del infierno que no paraban en el hogar y que solo vivían para degollar a otras personas. El hombre del norte era algo más: granjero, comerciante y guerrero sin par.

A partir de este punto es cuando ya nos adentramos en el meollo del libro: la religión y mitología de los pueblos nórdicos. Ésta ha influido tanto en el acerbo cultural europeo que hoy día sigue presente en nuestra cultura. Podemos leer sobre ella en la literatura, como por ejemplo en la obra de Tolkien en el Señor de los Anillos; deleitarnos los oídos con su belleza en las operas de Wagner; o disfrutar con la espectacularidad de sus mitos en las propias películas y cómics de Marvel. Esta Breve Historia que les presentó nos sumerge de lleno en lo más profundo de esta mitología, desde sus orígenes al crearse el universo en el Ginnungagap hasta el ocaso de los dioses con la llegada del Ragnarök. La religión nórdica se vio fuertemente influenciada por la llegada de tribus germánicas a la península de Jutlandia (hoy Dinamarca) y con ellos trajeron un sin fin de mitos y dioses que cristalizaron en aquellas latitudes tan frías. Carlos Díaz nos enseña cómo se crearon los dioses y los humanos, los nueve mundos anudados al Ygdrassil en donde deidades, humanos o gigantes, luchaban y convivían por la eternidad y donde moraba cada uno de ellos.

Los vikingos creían que los dioses intervenían en todas las decisiones que tomaban y por ello los invocaban continuamente. Dioses y hombres se necesitaban, unos porque tenían que reafirmar su autoridad mientras que los segundos debían agradarles porque soñaban con entrar en el Valhalla, al eterno banquete donde los aguerridos guerreros combatirían por toda la eternidad. A través de las sagas y eddas sabemos las andanzas de los dioses principales, ya fueran de la casta de los Aesir o los Vanir, y disfrutaremos de sus hazañas e historias. Odín el todopoderoso, el fuerte Thor con su martillo Mjollnir, el sacrificio del gigante Ymir, la belleza de Freya, la carga de las valquirias, o las ocurrencias del escurridizo Loki, son solo un ejemplo de las mil y una gestas que nos trae este libro y que desde la antigüedad vikinga nos siguen encandilando. Igualmente sabremos de las leyendas claves que corrían entre los fiordos y conoceremos las increíbles aventuras de Beowulf y su lucha contra Grendel o la espectacular hazaña que mantuvo Sigurd (Sigfrido) contra el temible dragón.
Breve Historia de la Mitología Nórdica, es un apasionante viaje a los mitos vikingos. Unos mitos que tanto han influenciado la cultura actual (si incluso el último God of War está ambientado en ellos) Sabremos de dioses, brindaremos por las hazañas de sus héroes y temeremos la llegada del Ragnarök acompañado del temible aullido de Fenrir el lobo. Así pues les animo a adentrarse en un libro que nos da una nueva visión del mundo vikingo, más equilibrado y justo en el modo en que estos contemplaban la vida y sus divinidades. ¡Skol!