Muchas veces hemos visto en los recetarios la frase poner al baño María, y cuántas de estas veces nos hemos preguntado durante un momento de dónde venía la expresión al baño María. ¿Quizá nos ha venido a la cabeza la imagen de una mujer llamada María dándose un chapuzón en un rio o la orden imperiosa de alguien que le dice a María que se bañe ipso facto? Pues no, no tiene nada que ver con motivos de higiene femenina ya que, en esencia, cuando una receta dice cocinar un alimento al baño María se refiere a que mediante un calentamiento indirecto debemos poner un recipiente pequeño sobre otro más grande el cual tiene una base de agua en ebullición. ¿Y lo del baño María entonces a qué viene? Se cree que esta técnica de cocción fue ideada por una alquimista del siglo III llamada María la Judía quien en un principio utilizaba un baño de arena y cenizas el cual calentaba otro recipiente de agua y encima otro más. Con el tiempo quitó el recipiente de arena y cenizas y se quedó solo con el del agua llamándolo finalmente balneum Maria, o lo que es lo mismo baño María como se conoce en la actualidad.