España, debido a
su neutralidad, fue uno de los países que más se beneficiaron económicamente de
la Primera Guerra Civil. Mientras el conflicto armado duraba la economía fue
viento en popa, pero al acabar en 1918 el país entro en recesión. Como
consecuencia de ello desde finales de la guerra y 1920 España se vio sacudida
por una serie de sangrientas huelgas revolucionarios, hecho que preocupó bastante
al gobierno de aquel momento. Así pues para calmar este descontento el 8 de
Mayo de 1920 mediante un Real Decreto el gabinete de Eduardo Dato creó el
Ministerio de Trabajo y Previsión Social con el fin de mejorar las condiciones
laborales de los obreros. Las primeras reformas no tardaron en salir,
destacando entre ellas el fomento de construcción de casas baratas, la creación
del seguro obligatorio de trabajo, o el aumento del incentivo que se daba por
accidentes laborales. Aunque parezca mentira, a pesar de todas estas medidas
tan beneficiosas, Eduardo Dato no se salvo del problema del terrorismo y el 8
de Marzo del año siguiente fue tiroteado por un grupo de militantes anarquistas
cerca de la Puerta de Alcalá de Madrid. Más de 20 disparos acabaron con su
vida.