jueves, 8 de mayo de 2014

EL ORIGEN DEL TOPÓNIMO “BRASIL”



En unos meses, durante el verano de 2014, se va a celebrar en Brasil el tradicional Mundial de Fútbol que reúne cada cuatro años a los mejores equipos del mundo de ese deporte. Y aunque muchas personas van a acudir allí a animar a sus compatriotas, una gran mayoría de ellos desconocen el por qué aquel país se llama de esa manera. Les explico: durante la época de los descubrimientos, los portugueses al mando de Pedro Alvares Cabral llegaron, tras una dura travesía por el Océano Atlántico, a una tierra desconocida y de inmediato comenzaron a colonizarla en nombre de su rey. Pero ¿cómo llamar a lo descubierto? Un grupo de exploradores portugueses se adentraron en la inhóspita selva y encontraron un árbol con una madera de color rojizo tan vivo que no dudaron en bautizar aquellas tierras con el nombre de Brasil porque aquel color tan encarnado les recordaba una brasa ardiendo. Existe otra teoría, en mi opinión complementaria a la anterior, según la cual los portugueses pusieron ese nombre debido a que aquel color rojizo les recordaba a un pigmento rojo utilizado en la Edad Media en Europa que en la zona de la Toscana era conocido como verzino, en Venecia, berzi y en Génova brazi.

Sea por el color rojo que semejaba una brasa o por el recuerdo de un antiguo tinte medieval, los exploradores no dudaron en sacar beneficio de aquella madera llamada palo-Brasil exportando un gran número de esos troncos a Europa para hacer tintes. Gracias al comercio entre ambos continentes la “Isla del Brasil” (hasta el siglo XVIII los mismos portugueses afirmaban que esta colonia estaba rodeada de ríos que la separaban de América) prosperó económicamente, y tanta fue la demanda que casi se llegó a la extinción de este árbol.

Por cierto, el gentilicio brasilerio viene del siglo XVI y se llamaba así a las personas que comerciaban con aquella madera. Más tarde ese nombre pasó a los portugueses que iban a Brasil buscando fortuna.