martes, 15 de julio de 2014

EL JUEGO DE REYES



Durante la Edad Media la Playstation de la época era sin lugar a dudas el juego del ajedrez. Desde el pobre labriego hasta los ricos hombres no había nadie que no se resistiera a mover las piezas por el tablero. Tanta importancia tenía que incluso el mismísimo rey Alfonso X el Sabio escribió, o mandó que le escribieran, el famoso Libro de los Juegos o Libro del ajedrez, dados y tablas. Para muchos el ajedrez era un pasatiempo más, pero para una persona en concreto significó la diferencia entre estar vivo o muerto. Se llamaba Yusuf y era el hermano del rey Mohamed VII de Granada. Éste, temiendo que le quitaran el trono, mandó encerrarlo en el Castillo de Salobreña. Pasó el tiempo y el rey de Granada quiso eliminar de una vez a su hermano así que envió un mensajero al castillo ordenando al alcaide que le entregara la cabeza de Yusuf. Se dio la coincidencia de que en ese preciso momento ambos estaban jugando una disputada partida de ajedrez,  por lo que Yusuf pidió como última voluntad que le dejaran terminar el juego. Después de una hora, nuestro protagonista dio jaque mate al alcaide, pero cuando se estaban ultimando los preparativos para su ejecución llegaron de improviso unos mensajeros anunciando la muerte de Mohamed VII. Así pues aquel condenado se coronaba ahora como sultán de Granada con el título de Yusuf III. Cuenta la tradición que el alcaide del castillo rogó a su nuevo soberano le permitiera quedarse con el alfil con el que había sido derrotado como recuerdo de aquellas partidas de ajedrez que tanto habían amenizado aquellos años de cautiverio.