viernes, 7 de agosto de 2015

BEETHOVEN ESTÁ HECHO UN TORO



A diferencia de otros compositores mundialmente famosos, Ludwing van Beethoven (1770 – 1827), durante los conciertos, era un hombre muy impulsivo. Se dice que una vez dirigiendo una orquesta en el Theater an der  Wien de Viena, estaba tan entusiasmado con la música que no se dio cuenta y acabó tirando al suelo las velas del atril que tenía delante. Rápidamente, para que el maestro pudiera ver las partituras, dos niños se pusieron a su lado portando unos candelabros pero para sorpresa de los asistentes Beethoven estaba tan extasiado que los golpeo de nuevo con la batuta tirando uno al suelo mientras que el otro escapaba corriendo. La gente, en vez de pedir que les devolvieran las entradas, empezó a reírse, hecho que encendió más al compositor quien decidió acabar el concierto tocando el piano. Y tan fuerte lo hizo que no pudo terminar ya que acabó rompiendo seis cuerdas del instrumento.