domingo, 28 de agosto de 2016

ESTAN LLOVIENDO HOMBRES… ¿O NO?



Una de las imágenes que más ha popularizado la Historia del Cine es la de cientos de apurados accionistas e inversores que debido al crac económico de 1929 deciden tirarse desde la ventana de su despacho a la calle. Incluso existen películas cómicas en las que hasta aparecen colas de estos desgraciados arrojándose en riguroso orden. Pero hay que decir, en honor a la verdad, que esta escena ha sido exagerada al máximo, convirtiéndose en una leyenda típica de la época. Según parece entre el 24 de Octubre de 1929 y hasta el final de año de unos 100 suicidios que se produjeron solo cuatro se debieron al hecho de arrojarse al vacío desde una ventana o azotea. E incluso para ser más precisos solamente dos de esos cuatro se produjeron en Wall Street, en concreto se trató del contable Huida Borowski que se arrojó desde una planta 40, y de un empresario de productos agrícolas, G. E. Cutler que igualmente se tiró pero desde el despacho de su abogado. Aun así hubo muchos otros suicidios de toda índole, pero no como nos lo ha descrito el cine, ya que parece darla impresión de que esos días había que andar con cuidado por el centro financiero de Nueva York no fuera a ser que te cayera alguien encima.