lunes, 27 de marzo de 2017

LA SEMANA DE UN MORISCO



Los moriscos en la Edad Media, por lo menos en España, tenían una concepción muy peculiar de los días de la semana. Según ellos, cada día tenía un significado y servía para cosas distintas. El Domingo era cuando se debían plantar o construir casas o ciudades ya que fue entonces cuando Alá creó la tierra de la nada; el Lunes en cambio se debe caminar tranquilamente y acudir al mercado para negociar y comprar víveres para la semana; los Martes es el peor día de todos ya que fue precisamente entonces cuando Caín mató a Abel con una quijada de burro. Es por ello que no se debe salir de casa porque si alguien quiere vengarse de ti ese es el mejor momento para hacerlo, y si por el contrario eres tú el que se quiere vengar puedes sentir una fuerza externa que te lleve a cometer esa vil acción; los Miércoles, el buen musulmán, sigue estando en peligro porque es el día en que Moisés abrió las aguas del Mar Rojo y ahogó a Faraón en sus aguas; los Jueves, menos mal, podemos sentirnos más tranquilos debido a que es el momento preciso si se tiene que pedir algún favor a alguien; Los Viernes es el día de los casamientos, ya que está consagrado a la antigua Venus, diosa pagana del Amor y de las casamenteras. Y finalmente el Sábado es el día de los engaños, las traiciones y los subterfugios pues es la fiesta grande de los judíos.  Como se puede ver los moriscos tenían una semana de lo más variada y ajetreada.