jueves, 17 de enero de 2019

UNA OBRA DE ARTE “BÁRBARA”


El Baldaquín de San Pedro, situado frente al altar mayor de la Basílica de San Pedro de la Ciudad del Vaticano, con sus abigarradas columnas forjadas en bronce macizo, es una de las grandes obras maestras del barroco creada por los arquitectos Bernini y Borromini. Fuera o no casualidad, el papa Urbano VIII, que pertenecía a la familia del primer arquitecto,  mandó expoliar las planchas de oro que había en el Panteón de Roma con el fin de decorar  los más de 28 metros que mide el baldaquín. Los romanos se sintieron bastante indignados por esta decisión ya que este monumento es uno de los más queridos de la ciudad debido a su antigüedad y a su simbolismo. De ahí que acuñaran la siguiente frase: “Lo que no hicieron los bárbaros lo hicieron los Barberini”.