miércoles, 9 de octubre de 2013

TODO QUEDA EN FAMILIA



La vida del autor del Quijote, don Miguel de Cervantes Saavedra, fue de las más agitadas dentro de la historia de la literatura universal. Escritor, soldado, espía, funcionario de la Hacienda Real, pero sobre todo convicto varias veces en distintas cárceles no solo en los Baños de Argel sino también en España por varios asuntos turbios. Se sabe que estuvo recluido en la prisión de Valladolid, pero lo más curioso es que por aquellas paredes también pasaron su abuelo y su padre. En verdad puede parecer una tradición familiar. El primero, Juan de Cervantes, pasó allí varias noches por el delito de “celestino” ya que medio entre los amores de su propia hija con un bastardo del duque del Infantado. Y el segundo, Rodrigo de Cervantes, estuvo preso por el mismo delito que años después perpetró su propio hijo: por acumulación de deudas con el Estado.